El proceso de ascenso de la humedad se produce cuando el agua presente en el suelo, en las proximidades de las paredes y de las estructuras de cimentación, penetra en los cuerpos murarios, los impregna y luego continúa hacia arriba, a través de las tensiones superficiales y capilares, venciendo la fuerza de gravedad. Para que esto pueda suceder, se deben dar las condiciones básicas representadas por la presencia del agua y por el "tejido capilar" de las mamposterías (los cuerpos y/o los recubrimientos murarios deben estar constituidos por materiales porosos pero no macroporosos). Una mampostería de calicanto discontinua no puede en efecto dar lugar al fenómeno del ascenso capilar; por el contrario, en una mampostería constituida por materiales compactos, no porosos, puede producirse el ascenso capilar a través de los morteros base. En la práctica, por lo tanto, el ascenso capilar se genera donde haya un material de construcción, inserto en un ambiente con presencia de agua (como los cimientos en presencia de humedades del terreno o aguas subterráneas), cuya porosidad lleva a que el propio material absorba el agua presente y la haga ascender, hasta expulsarla a una altura notablemente superior.

La solución a estos fenómenos existe y está constituida por un sistema de potentes resinas siloxánicas en solución acuosa (CONSILEX INJECT MAUER) que, inyectadas con la técnica de la "difusión lenta" al pie de la mampostería, crean una barrera continua e impenetrable al paso del agua y de la humedad. ¡Es una solución cómoda, eficaz y definitiva para el problema! 

La técnica de la barrera química va especialmente bien sobre todo con la aplicación posterior de enlucidos macroporosos deshumidificantes y rehabilitadores, realizados con cal hidráulica y otros productos naturales, como SANATIGH o CALEOSANA, para una reparación total de las mamposterías frente a la humedad residual y un notable confort habitacional.